Las obras de la Avenida Fernando de los Ríos se encuentran en la recta final. Ha finalizado ya el fresado de la carretera y comenzado el asfalto de la misma y en breve se abrirá al tráfico. La alcaldesa de Armilla, Loli Cañavate, califica de “importantes estas obras”, “que mejoran no solo la accesibilidad y la conexión entre núcleos de población, sino también fomentan la reducción del tráfico, contribuyendo, con ello, a convertir la “zona en un espacio más habitable” y transformarse en una zona de bajas emisiones. Se trata de la primera fase, ya que el consistorio está a la espera de la próxima convocatoria de los fondos NexGeneration para que se pueda ejecutar la siguiente fase, que será desde la Rotonda de la GR-30 hasta la Feria de Muestras.
El consistorio armillero lamenta las molestias que han sufrido los vecinos y vecinas de la localidad a lo largo de los meses que han durado los trabajos pero que tienen un gran impacto positivo y mejoran el día a día de sus vecinos y vecinas y recuerda que esta actuación está financiada con 1,09 millones de euros de fondos de Recuperación, con los que se construye un nuevo carril bici de 1,5 km, que conectará los existentes que circundan parte del área metropolitana, además de otras actuaciones, como la adecuación de espacios urbanos, zonas e itinerarios peatonales.
Mayor accesibilidad
Hay que recordar que los trabajos realizados han convertido a la carretera en una vía de entrada a la localidad con mayor accesibilidad, con un carril bici que sigue por la Avenida Fernando de los Ríos, atravesando la autovía por la zona peatonal y que continúa por la vía de servicio hasta la elíptica de la Avenida del Desarrollo, el edificio Bic del PTS.
Las obras han mejorado la accesibilidad y facilitar la conexión entre Armilla y Granada, a la vez que fomentar la reducción del tráfico, contribuyendo con ello a convertir la zona en un espacio más habitable, con menos contaminación. Se trata de un lugar estratégico para acceder a la Feria de Muestras, al Parque Albán y al Centro Comercial Nevada, donde además convergen transportes públicos, por lo que se trata de adecuar la vía a la intermodalidad, ganando además espacio para los peatones a través del ensanche del acerado y optimizando la zona de aparcamiento.