Armilla rindió homenaje a las víctimas de la represión franquista en un emotivo acto celebrado frente al monolito en recuerdo a la memoria histórica. Acto al que acudieron la vicepresidenta de la Diputación y delegada del área de Memoria y Cultura, Fátima Gómez; representantes de la Asociación Granadina para la Recuperación de la Memoria Histórica, y representantes de los grupos municipales del PSOE, Ciudadanos y Podemos.
La alcaldesa de Armilla, Loli Cañavate, recordó que desde hace 14 años el Ayuntamiento realiza este acto de homenaje y recuerdo en el que “recordamos a miles de personas que vivieron momentos difíciles y lucharon por la libertad” y “merecen nuestro reconocimientos, y que nunca caigan en el olvido, ni ellas ni sus ideas, por eso este acto de visibilidad es un acto de justicia que no pretende ser un ataque a nadie solo que no se olvide”.
Su intervención se convirtió en un alegato contra las guerras: la que padeció este país hace 86 años y la que hoy se vive en Ucrania. Este año, “queremos mostrar nuestro apoyo moral y nuestra solidaridad en este momento, porque nadie como nosotros entiende lo que eso significa”. Hoy más que nunca, debemos enseñar a las futuras generaciones que “nadie puede sentirse legitimado para usar la violencia, con la finalidad de imponer sus convicciones políticas y establecer regímenes totalitarios contrarios a la libertad y la dignidad de la ciudadanía, lo que merece la condena y repulsa de nuestra sociedad”.
El acto contó con la lectura de un manifiesto a cargo de Vladsilav residente ucraniano en Armilla y la actuación de Katerina Mironyuk refugiada en España desde hace dos meses que interpretó canciones tradicionales..
Asimismo, la alcaldesa agradeció la presencia en el acto de los familiares de las víctimas de la represión franquista; asociaciones de mujeres de Armilla. Así como a la pianista Raquel García y el violinista Jesús Segura; agradeció también la alcaldesa a Ana María Sánchez y Jesús Marfil, miembros de la Asociación Ascoarte por su recital de poemas de Miguel Hernández y de Federico García Lorca.